En este blog desde el principio hemos
resaltado la necesidad de disponer de mecanismos eficaces de decisión ciudadana
en el ámbito político, su ausencia que por si sola demuestra el primitivo estado de desarrollo de la democracia, que por otro lado es común a muchos otros ámbitos de decisión
socio-económica de nuestra sociedad. En este artículo se pretende
determinar cuales son esos ámbitos de decisión y organización e introducir el debate sobre algunas de sus
carencias, para las que habría que diseñar mejores alternativas.
Habitualmente se centraliza el debate
en los poderes clásicos, el legislativo, ejecutivo y el judicial,
solo con la mejora de estos tres pilares,
avanzaríamos mucho en la democratización de nuestra sociedad. Sin
embargo hemos de comprender que la independencia y la democratización
de estos tres poderes es imposible sin controlar otros que han
alcanzado una mayor influencia en nuestra sociedad que los
anteriores. Dichos poderes garantizan la estabilidad hegemónica de
las oligarquías dominantes, han sido establecidos gracias al pleno
control del poder durante siglos, y forman la principal fuente de
legitimidad y control sobre este sistema corrupto y deshumanizado.
Estos mecanismos de poder actúan de
formas muy diversas, entre ellos voy a destacar los siguientes:
- Sistema Monetario
- Estructura de la propiedad
- Acceso a la información y el
conocimiento
- Poder militar
Posteriormente hablaré también de los
poderes clásicos, legislativo, ejecutivo y judicial.
Sistema Monetario: Se trata sin duda de
la más poderosa herramienta de control social que existe
actualmente, está controlada por instituciones privadas, los bancos,
ya que son estos quienes crean indirectamente el 95 % de la masa
monetaria a partir de las hipotecas, que conceden a quien quieren y
en las condiciones que quieren, controlando así que personas, y que
sectores van a mover la economía, incluso a quien se le condona la
deuda, quien puede seguir endeudándose, a quien se embarga, aunque
surjan circunstancias excepcionales y temporales que dificulten el
pago de la hipoteca. Si a alguien deberíamos de exigir
responsabilidades ante una crisis, es a los bancos privados, ellos
son los máximos responsables.
Caso aparte es el caso de la banca
privada, a la que solo tienen acceso las grandes fortunas, diseñada
para dificultar el trabajo de los inspectores de hacienda,
favoreciendo así la evasión de responsabilidades fiscales y la
corrupción.
Ni que decir tiene que el dinero una
vez creado supone una herramienta extremadamente poderosa, con el se
compran voluntades políticas, judiciales, administrativas,
personales, propiedades físicas e intelectuales, se regula quien
trabaja y quien no, quien tiene derecho a vivienda y quien no, quien
debe de ser protegido, quien debe de ser eliminado e incluso donde
creamos un conflicto militar.
Mientras entidades no democráticas
rijan el control del dinero es imposible construir una sociedad
democrática. Pero es que además, el sistema monetario es inestable,
favorece la concentración de capital y no puede ser perpetuado en un
mundo finito como el actual, ya que exige un crecimiento continuo e infinito, algo que choca con los límites del crecimiento.
Estructura de la propiedad: No es más
que una extensión del poder del dinero, ya que ambos pueden ser
fácilmente convertibles, especialmente si controlamos la voluntad
política, y por consiguiente las posibles expropiaciones en base a
supuestos “intereses generales”.
Al igual que en el caso del dinero, a
través de ella se coaccionan muchos derechos, como el derecho a un
trabajo digno, a la vivienda, e incluso al uso del conocimiento. En
base a la propiedad se establecen los principales mecanismos de
acumulación de capital. También es ampliamente utilizada para
extorsionar a los mercados, ya que a través de ella se pueden
regular los precios, asfixiar a la competencia o crear mecanismos de
especulación sobre bienes de primera necesidad.
Una de las peores consecuencias de la estructura y distribución de la propiedad actual, es que los obreros carecen de capacidad de decisión en el ámbito laboral, que donde pasan gran parte de su vida, y de donde salen los ingresos para sostener su economía, y finalmente la economía común de toda la sociedad. La sumisión además aumenta en épocas de crisis, cuando el trabajo escasea, y en ocasiones llega incluso a renunciar a sus derechos, o a arriesgarse a incumplir las obligaciones legales que conlleva su trabajo, renunciando también a usar el equipamiento de seguridad requerido para el desempeño de su labor profesional. En la práctica los obreros forman parte de la empresa, y deberían de poder participar activamente y con poder real en la toma de decisiones dentro de la misma, con el objetivo de limitar el poder que ejercen los puestos directivos y los propietarios de la empresa. Este objetivo es utópico actualmente en la empresa privada, y solo es alcanzable en las cooperativas de base, al menos por el momento.
Una de las peores consecuencias de la estructura y distribución de la propiedad actual, es que los obreros carecen de capacidad de decisión en el ámbito laboral, que donde pasan gran parte de su vida, y de donde salen los ingresos para sostener su economía, y finalmente la economía común de toda la sociedad. La sumisión además aumenta en épocas de crisis, cuando el trabajo escasea, y en ocasiones llega incluso a renunciar a sus derechos, o a arriesgarse a incumplir las obligaciones legales que conlleva su trabajo, renunciando también a usar el equipamiento de seguridad requerido para el desempeño de su labor profesional. En la práctica los obreros forman parte de la empresa, y deberían de poder participar activamente y con poder real en la toma de decisiones dentro de la misma, con el objetivo de limitar el poder que ejercen los puestos directivos y los propietarios de la empresa. Este objetivo es utópico actualmente en la empresa privada, y solo es alcanzable en las cooperativas de base, al menos por el momento.
La distribución de la propiedad es
mucho más importante que la monetaria, ya que la moneda es un bien
meramente especulativo, con un valor totalmente ficticio, basado en
la confianza, y por tanto fácilmente depreciable, la inflación es
una forma de devaluar fácilmente la moneda que hemos visto en
múltiples ocasiones a lo largo de la historia. Las propiedades en
cambio, si tienen un valor real, un valor que debe de ser puesto al
servicio de la ciudadanía.
Solo con una distribución adecuada de
la propiedad, cuidando que sus usos se ajusten al interés general de
la ciudadanía, podríamos vivir en una sociedad justa. Quiero
aclarar que esa distribución no implica una intervención total
sobre la economía como hemos visto en los países comunistas,
también que además de la propiedad estatal y la privada, existe la
propiedad colectiva, que puede llegar a ser mucho más decisiva a la
hora de establecer un proceso de cambio.
Acceso a la información y el
conocimiento: Este pilar de la democracia abarca múltiples ámbitos,
que van desde el sistema educativo y formativo hasta las leyes de
propiedad intelectual, pasando por el control de los medios de
comunicación de masas, la propaganda o la publicación de estudios
técnicos y científicos entre otros.
La manipulación o el uso interesado de cualquiera de estos medios en contra del interés general sin duda coacciona cualquier sistema democrático, ya que a través de el se puede moldear la opinión pública, hasta el punto de que una gran parte de la población llegue a negar las realidades que tienen ante sus ojos.
La manipulación o el uso interesado de cualquiera de estos medios en contra del interés general sin duda coacciona cualquier sistema democrático, ya que a través de el se puede moldear la opinión pública, hasta el punto de que una gran parte de la población llegue a negar las realidades que tienen ante sus ojos.
En realidad todos estos canales de
información y conocimiento sufren en mayor o menor medida una
influencia constante por parte de los poderes económicos, hasta el
punto de que en ocasiones resulta complejo tener una opinión propia
y fundamentada acerca de la realidad y el bien común.
El Poder Militar: Por desgracia, a
través de el se siguen imponiendo leyes injustas, sistemas
económicos, dictaduras y golpes de estado, se siguen controlando los
recursos geoestratégicos, se mantiene la actividad de las mafias y
de los poderes oscuros. Y lo peor está por venir, ya que está
proliferando la creación de ejércitos privados, como Black Water (ahora Academi), Defion, Aegis Defense Services, Triple Canopy, DynCorp, Unity Resources Group, Al Quaeda, ISIS, ..., ejércitos subvencionados en muchos casos por
fondos públicos, pero sobre los que los estados no tienen
poder alguno, más allá del dinero que les proporcionan de forma
generosa. Regresamos a los señores de la guerra. Incluso en el
ámbito de la seguridad ciudadana se están extendiendo las
competencias y las actividades de la seguridad privada en detrimento
de las fuerzas de seguridad del estado. GS4 por ejemplo cuenta con 620.000 efectivos trabajando en el ámbito de la seguridad privada. Esta situación sin duda
debilita la posición de cualquier gobierno que quiera tomar medidas
en contra del poder establecido.
Poder Legislativo: Tal y como llevamos
tiempo advirtiendo, este poder que reside en el parlamento carece
desde hace tiempo de representatividad real, ni de garantías
democráticas que permitan que se cumpla la voluntad del pueblo, del
cual se supone que emana este poder. La Partidocracia y la ausencia
real de mecanismos de participación ciudadana son su principal
lastre. Probablemente la solución esté cerca de la democracia líquida, tal y como hemos tratando en varios artículos a lo largo de este blog.
Poder Ejecutivo: Está gestionado por
el gobierno, cuyo poder emana del parlamento, por lo que está sujeto
a las mismas carencias y para nada es independiente del poder
legislativo, es un todo uno. El control sobre la ejecución de las
normas por parte de la Partidocracia que legisla favorece todavía
más la corrupción, al poder influir en la vigilancia de su
cumplimiento a conveniencia. El ministerio de hacienda, los cuerpos
de seguridad del estado, el control sobre la igualdad de criterios en
los concursos públicos, son ejemplos de organismos que habitualmente
son coaccionados por el gobierno a su conveniencia. Una opción sería
delegar parte de las labores de gobierno en la función pública a través de
sistemas de sorteo entre los funcionarios que tengan mejores méritos
en el ejercicio de su labor, especialmente cuando se trata simplemente de hacer cumplir las normas que
emanan del poder legislativo.
Poder Judicial: Es un organismo que se
presupone independiente, y de hecho existe una cierta separación e
independencia del poder judicial, sin embargo los principales
procesos judiciales, aquellos que afectan a las cúpulas de poder
están controlados por cargos nombrados a dedo, y es frecuente ver
como se apartan a jueces hostiles de sus causas, o como se reducen
desde el gobierno los recursos económicos destinados a la
investigación de las causas, así como se redactan leyes para
entorpecer la documentación de las causas a través de leyes de
protección de datos, y otras limitaciones destinadas
fundamentalmente a proteger a las mafias instaladas en el poder.
Conclusión:
Después de este análisis, poco
alentador, solo puedo decir que la democracia de existir, está en
pañales, que lo poco que hemos conseguido está en peligro, y que
para alcanzar la madurez democrática es necesario un esfuerzo
colectivo de dimensiones muy superior al alcanzado durante el 15M y
enfocado a la acción más que a la protesta. Queda claro que hay
poderes que están muy por encima del poder político, y que por
tanto la acción política, solo puede complementar otras acciones de
mayor calado en el ámbito socio-económico.
Alternativas:
Ante un panorama tan desolador es muy complejo generar alternativas que impliquen procesos de cambio, sin embargo en manos de la clase obrera existen suficientes herramientas de cambio para realizar esta transformación social. Su principal activo es el capital humano, la fuerza de trabajo y el conocimiento adquirido. El poder de consumo es más limitado debido a que la mayor parte del capital está en manos de unos pocos, pero también es importante. Estrechando lazos entre el consumidor y el cooperativismo de base (no controlado por socios capitalistas mayoritarios) se pueden generar estructuras de empoderamiento suficientemente fuertes como para llegar a limitar el poder de las oligarquías, incluso antes de conquistar el poder político.
Desde mi punto de vista, la lucha se debe de entender como una acción colectiva en base al interés común, cuyo objetivo principal sea empoderar social y económicamente a todas las partes implicadas desde el primer momento, solo así se pueden lograr avances significativos en la democratización de la sociedad. De este tema hablaré más extensamente en el siguiente artículo.